Admitámoslo, cualquier sistema informático, por mucha seguridad que le apliquemos, puede ser vulnerado por hackers o aún peor, por crackers que accedan a nuestra información digital, fotos, documentos bancarios, documentos personales, nóminas, vídeos de gatitos, etc…, quedando así expuesta a terceras personas.

¿Dónde van los archivos que compartimos? ¿Qué ocurre si algún intruso consigue vulnerar nuestra seguridad?

Tienes que recordar, que la información dentro de un sistema informático queda almacenada en lo que se conoce como un Sistema de Ficheros, que no es más que la parte del Sistema Operativo encargada de administrar los archivos, pero: ¿qué ocurre si algún intruso consigue vulnerar nuestra seguridad y acceder a nuestro Sistema de Ficheros? Ocurriría lo que ya estamos cansados de ver y leer en televisión, prensa o internet: megas, gigas, teras o incluso, petabytes de información danzando libremente por la red con un trozo de la vida de alguien.

Una parte importante de la seguridad de un sistema informático es impedir que accedan a nuestros datos, pero también podemos (y debemos) proteger dichos datos por si fallan nuestros sistemas de contención.

Es aquí donde entra en juego la encriptación, un procedimiento para modificar información haciendo que ésta quede incomprensible a todos aquéllos que no posean una clave secreta.

Desde Enigma, aquella máquina usada por los alemanes para cifrar sus comunicaciones en la Segunda Guerra Mundial y que, gracias a Alan Turing pudo ser descifrada, hasta el día de hoy, muchos han sido los algoritmos de cifrado desarrollados.

Dentro de los tipos de cifrado, y atendiendo a la clave usada en el proceso, encontramos 2 modelos:

1. El modelo simétrico: donde la misma clave es usada para cifrar y descifrar.
2. El modelo asimétrico: donde un par de claves hacen el trabajo. Una pública, que cifra y una privada, que descifra.

Mientras que éste último método es bastante usado en comunicación de información, dado que no tenemos que transmitir la clave privada, el primer método, el simétrico, es mucho más rápido y por ello, más usado en cifrados que no requieren comunicar la clave fuera del sistema, ni que ésta viaje por la red.

En Laycos utilizamos tecnología de la NSA: cifrado AES256 😉

Y es así como llegamos al AES (Advanced Encryption Standard), uno de los sistemas de cifrado simétrico más usado a gran escala.

Avalado por la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, este algoritmo se basa en la transformación de una matriz de 4×4 bytes que, bla, bla, bla, . . . bueno, estoy casi seguro que ésto no lo quieres oír, en su lugar, te diré que: con una clave de 128 bits, un ordenador tardaría miles de millones de años en poder descifrarla. Como ésto nos parecía poco, en Laycos hemos decidido utilizar una clave de 256 bits para proteger toda la información que subas, desde tus ficheros PDF, tus imágenes y cualquier otro archivo que nos quieras confiar.

Por todo esto, verás que cada archivo de Laycos viene acompañado de un escudo, distintivo de que ha sido encriptado y puesto a salvo de miradas curiosas.

Recuerda siempre uno de nuestros lemas en seguridad:

porque miles de millones de años pasan volando, confía en AES256 para proteger tus ficheros, o mejor aún, ¡deja que Laycos lo haga por ti!